Alguna vez dijiste que me amabas?
Lo sentías?
Cuando agarraste mi mano y estuviste en los peores momentos?
-No
-Nose
-Nunca pude estar...
Son respuestas que no me alcanzan, que no llenan el vacío que dejaste.
Y tus acciones tampoco.
Me preguntaste como me sentía cuando o necesitaba?
Me abrazaste cuando nadie mas podía calmar mi temor?
Nunca obtuve respuesta...
Y, hoy, como hace mucho, sigo sintiendo que perdí a mi mejor amigo, a quien era mi héroe. A pesar de que nunca estaba.
Nose si sabias, pero hace años que cargo con este dolor... Me enferme, llore, cambie mi forma de pensar de muchas cosas, hice varias estupideces en el camino.
Para darme cuenta de que todo lo que hice y lo que fui, lo hice por vos.
Promesas sin cumplir, palabras vacías... Siempre quise creer, pero, ya con mas experiencia, me doy cuenta que nunca creí, me ilusione, si.
Caigo en la cuenta de que todo ese dolor me ayudo, me hizo mas fuerte, me enseño muchas cosas...
No me enseño a perdonar.
Quiero, pero no puedo. Porque se que va a ser lo mismo de siempre, que estas muy viejo para cambiar.
Hace poco me di cuenta de que no te quiero cerca, ni verte, ni escucharte.
Me di cuenta de que nunca estuviste, y este es mi dolor; siempre quise que estés...
Que me hayas dicho que todo iba a estar bien cuando estaba frente a mis miedos, que jugaras conmigo, que hayas estado cuando me decepcione por primera vez, en mis momentos de mayor felicidad...
Se que hoy muchos tienen lo que en toda mi vida añore: tenerte a mi lado, acompañándome, guiándome, siendo mi cómplice.
Hoy te digo, Padre, que ya no te necesito. Se que nunca vas a ser quien yo siempre quise. Por eso, hoy te digo adiós de la única forma en la cual se hacerlo; cerrándote mis puertas, nunca mas volverás a entrar ni hacerme sentir que no soy lo suficientemente buena.
No te preocupes, mis heridas aun no cerraron, pero de eso me voy a ocupar yo.
Como vos quisiste que me llamen: Andrea.